La masonería, una aclaración oportuna.
La masonería no constituye una religión, ni tiene nada de común con alguna secta religiosa o sincrética. La masonería es sencillamente la unión voluntaria de personas que aman la fraternidad entre los hombres, sin ánimo de lucro, despojados de utilizarla para escalar posiciones, sin ambiciones políticas. La masonería fue diabolizada en el pasado por religiones que incluso tuvieron en su desarrollo hechos históricos comunes. Fue una lucha de intereses de todo tipo, la cual solo se mostro como un ejercicio de fuerza para estigmatizarla. El masón solo puede acceder a la Fraternidad si cree firmemente en Dios, su incorporación a la Fraternidad es por su libre y espontanea voluntad, tiene por obligación y ejemplo personal que respetar y amar a los hermanos masones, defender la inocencia, luchar por la virtud, practicar la caridad, odiar el vicio y cumplir exactamente las obligaciones domesticas y sociales, no faltar nunca a los preceptos de la moral, no apartarse jamás de los deberes del patriotismo, no caer en la mentira ni en la apostasía. El masón que no cumpla con estos deberes y obligaciones, simplemente no puede ser masón. La práctica masónica confirma la pureza de esta fraternidad y del hombre que la ejecuta. Entonces: ¿Podrá un masón ser un engendro diabólico y rechazado por personas desconocedoras de la masonería y otras que se auto consideran como ejemplo de perfección? Solo quienes no conocen las interioridades de la masonería y actúan de forma irrespetuosa, pueden esgrimir tal concepto. La incorporación a la masonería de un nuevo miembro pasa por un tapiz tan sumamente fino, donde intervienen todos los miembros activos de la Fraternidad en el país, en este caso Cuba, que no pueden existir errores en la selección de un nuevo miembro. Se puede asegurar que no existe organización, del tipo que sea, que posea un sistema de selección más depurado que la Fraternidad masónica. En nuestro país, la fraternidad masónica no hace diferencias entre los hombres que acuden a la misma.
En las sesiones que se desarrollan en el salón del Templo de acuerdo al Reglamento Interno, está totalmente prohibido: emitir criterios políticos o religiosos y actuar de forma incorrecta e irrespetuosa. Se sigue con rigor una ceremonia que tiene sus fundamentos en la Sagrada Biblia y leyendas relacionadas con esta, siguiendo una tradición de siglos que se ha ido adecuando a través del paso del tiempo. Al igual que la masonería, todas las religiones y sectas de todo tipo poseen sus propias ceremonias y rituales, cuestión esta que tiene que ser aceptada con mucha lógica y respeto.
En Cuba, en la etapa de la colonia y de la lucha independentista contra el dominio español, los masones jugaron un papel importantísimo tanto en las ciudades como en el campo insurrecto. Con orgullo mencionamos como ejemplo de masones a José Martí, Apóstol de Cuba y Presidente de la República de Cuba en armas; Carlos Manuel de Céspedes, iniciador de la guerra libertaria en Cuba; Máximo Gómez, dominicano, que termino la guerra como Jefe del Ejercito mambí; Antonio Maceo, conocido como el Titán de Bronce y General en jefe del ejercito hasta su caída en combate; Calixto García, General del ejército, así como miles de cubanos masones más que lucharon por la libertad de Cuba en armas. ¡Gloria eterna a estos cubanos!
1 comentario:
pues muy buen articulo aclaratorio pues en la actualidad aun se cree en el caracter diabolico de la masoneria.pero esto es solo los que son diabolicos ellos mismo los masones son incluso rechazados hoy por la iglesia y algunos politicos pues el objetivo de estos es desunir a las personas para poder mantener sus poderes
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